jueves, 30 de abril de 2009

Píldoras de amargura


Lo más peligroso de esta epidemia son los efectos colaterales de imbecilidad que se gesta en la ciudadanía. Ante las medidas de prevención y la recomendación de reclusión, la mente se convierte en el peor de los enemigos. Ahora resulta, que hasta los extraterrestres son culpables de esta situación. ¿O no?

No me pidan tomar partido, de nada sirve ponerse del lado de los defensores de la teoría conspiracionista y mucho más peligroso es irse al extremo de la teoría apocalíptica.

En estos momentos de caos se exige de nosotros la mesura.

Píldoras de amargura

"... El orden no es amigo de los hombres, se limita a regentarlos, rara vez a civilizarlos, y aún más rara vez a humanizarlos..."

Albert Caraco
Breviario del Caos

"... Como no estoy enfermo doy por un hecho que el mundo no me es hostil y que la muerte se encuentra siempre lejana, lo que redunda en la atrofia o anquilosis de mis sentidos..."

Guillermo Fadanelli
Lodo

martes, 28 de abril de 2009

Sobre la influenza



Sobre la teoría alarmista:
Si siempre te sacaste los mocos con el dedo, de nada te sirve comprar miles de cubrebocas y litros de alcohol en gel. Lo cochino no se quita en una semana.

Sobre la teoría apocalíptica:
Mis pecados no han sido tantos ni tan malos como para merecer esto… ¿Será?

Sobre la teoría ácida:
“¿Qué le dijo México a la influenza?... “¡Mira cómo tiemblo, mira cómo tiemblo!” (Gracias Tavo Carranza)

Sobre la teoría del combate al narco:
"¡Me ponen en arraigo domiciliario a toda la Familia michoacana!"

Sobre la teoría conspiracionista:
“Esta epidemia es El Chupacabras del sexenio”, “enfermedad electorera”, “construcción de liderazgo y legitimidad”. ¿Saben qué? Sinceramente… no mamen.

Apuntes de Tijuana 2

1
Justo en la esquina noroeste de México, junto a los EU, el mar y la arena son iguales en ambos lados del muro; en cambio, los sueños y las esperanzas, diametralmente opuestos.
2
En un día claro, despejado, se puede alcanzar a observar los rascacielos y puentes de San Diego, California. En un día claro, despejado, no hay forma de ocultar la pobreza y la violencia de este lado. Y todo, casi desde el mismo punto de observación.

lunes, 27 de abril de 2009

Apuntes de Tijuana

La frontera... de los sentimientos

Bien lo dijo Bk: "Tijuana es una ciudad triste". La calle Revolución, la plaza Santa Cecilia, las paraditas de la calle Coahuila, el galgódromo... tan sólo son el lado menos dramático de la soledad.

La globalización en una esquina

Con unos amigos chilenos, en el restaurant "Las pampas", cuya especialidad es la comida brasileña, a 2 kilómetros del muro.

domingo, 19 de abril de 2009

La sencillez de los grandes

Moraleja de Claudio Magris a John Banville:

"... nunca hay que reírse de la vida de los demás, porque es tan intrincada e intensa como la de nosotros..."


Suplemento Laberinto No. 305

miércoles, 15 de abril de 2009

Probando la impresora


Sin título


La piedra es dura por lo que dura
Eduardo Casar Teorías Físicas



Aquí estoy, sangrando una a una, todas las palabras que he tenido que inventarme como excusas. Son las malditas ganas de contradecirme siempre.



Así, levanto la piedra para estrellarla una vez más sobre mi boca. La piedra es dura por lo que dura y a la memoria le cuesta borrar a los sentimientos arrepentidos.



Otra vez, la piedra sobre la boca.


lunes, 6 de abril de 2009

Llegó la noticia y el día se hizo pedazos

No creo en los presagios, ni en los augurios, pero de ayer a hoy el clima advertía de la gelidez que se incubaría en el corazón de Bk y el mío. Desde Tijuana soplaba el viento anunciando la muerte de María Avaca. La noticia llegó de rebote en un MSM y tristemente lo volvimos a confirmar: la muerte siempre es inoportuna. Ante la imposibilidad de estar ahí, de abrazarte y agradecerte todo lo que tu amistad y tu apoyo hizo por nosotros, a ti que tanto disfrutabas la literatura, te dejo unas líneas de un poema de Homero Aridjis que habla de este asunto, para que ilumine tus pasos mientras haces la misteriosa travesía hacia el otro lado de la vida. Hasta luego y con buen acento chileno te decimos: ¡chao!


Asombro en el tiempo
Homero Aridjis

Sobre la ciudad de cemento se alza el día. Abajo queda el asombro del tiempo. Has cerrado los ojos, en mí los has abierto. Tu cara […] es toda tu cara, hoy que dejas la vida. La muerte, que conocía de nombre, la conozco en tu cuerpo.

Mis recuerdos se enredan con los tuyos. Tumbados para siempre, ya nada los tumba. Nada los hace ni deshace [...] Mi memoria es de piedra. Hablo a solas y hace mucho silencio. Te doy la espalda pero te estoy mirando. Las palabras me llevan de ti a mí y de mí a ti y no puedo pararlas. Esto es poesía, dicen, pero es también la muerte.

Yo labro con palabras tu estela. […] Tú duermes y yo sueño. Sueño que estás allí, detrás de las palabras.

Te curan de la muerte y no te salvan de ella. Se ha metido en tu carne y no pueden sacarla, sin matarte. […]

Ventana grande que deja entrar a tu cuarto la ciudad de cemento. Ventana grande del día que permite que el sol se asome a tu cama. Y tú, entre tanto calor, tú sola tienes frío.

Así como se hacen años se hace muerte. Y cada día nos hacemos fantasmas de nosotros. Hasta que una tarde, hoy, todo se nos deshace y viendo los caminos que hemos hecho somos nuestros desechos.

Sentado junto a ti, veo más lejos tu cuerpo […] Todo el tiempo te miro y no te alcanzo. Para llegar a ti hay que volar abismos. Inmóvil te veo partir, aquí me quedo.

Número en cada puerta y tu ser pierde los años. Tu cuerpo en esa cama ya sin calendarios. Quedarás fija en una edad, así pasen los siglos. […]Un día más, unos minutos menos.

En tu muerte has rejuvenecido, has vuelto a tu rostro más antiguo. El tiempo ha andado hacia atrás para encontrarte joven. No es cierto que te vayas, nunca he hablado tanto contigo.


Uno tras otro van los muertos, bultos blancos, en el día claro. Por el camino vienen vestidos de verde. Pasan delante de mí y me atraviesan. Yo les hablo. Tú te vuelves.

Sobre tu cuerpo […] el tiempo se recuerda. Mi memoria es de piedra.

viernes, 3 de abril de 2009

Entre Lázaro Cárdenas y Morelia

Estela y el agua

Llegó hasta la orilla del Mar y dejó que el agua comenzara a lavarle las penas del alma, mojándose los pies.