domingo, 14 de mayo de 2017

En los mares de la vida


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Terco, torpe, obcecado y contradictorio, como barco de papel que intenta navegar sobre la arena, así, involuntariamente, muchos días en la vida.


jueves, 11 de mayo de 2017

Miguel Bosé en Morelia, 9 de mayo de 2017

Pasaron 29 años desde la última ocasión que coincidimos en un mismo concierto. Desde aquella lejana gira, XXX, en 1988 hasta ahora, en el tour Estaré 2017, son evidentes los estragos del tiempo en ambos. Sin embargo, reconozco el porte que tienes para sobrellevar tus casi 6 décadas de existencia. Y ni qué decir de tus cuarenta años en este rollo de la música. Se nota la experiencia, el temple, las tablas para ir convenciendo y entusiasmado a un público que en su mayoría escéptico, había llegado a la Expoferia para disfrutar tu show. Como bien dijiste, sólo el perfume y la música han demostrado su eficacia para hacer vivir a la memoria. Y en efecto, así fue… tu recorrido musical sirvió como un catalizador de los recuerdos, que en muchos casos, como el mío, potencializó la memoria a pasajes que creía olvidados. De aquellos andares preuniversitarios, de mi paso fugaz por el conservatorio, de aquel amigo con el que cantábamos a toda voz las estrofas de “Manos vacías”, como una especie de entrenamiento para las ilusiones y desilusiones amorosas posteriores. Y pensar que aquello fue hace 29 años… ufff… ¡Cómo se escapa el tiempo! Nos reencontramos casi 30 años después y al finalizar el concierto, me queda una sensación de tranquilidad, como si este momento hubiera servido para actualizarnos y repasar nuestras vidas, como los buenos y viejos amigos que hemos sido desde entonces. ¡Gracias! ¡Fue una noche muy buena! Y por si las dudas, por aquello de que la vida sea caprichosa y no volvamos a coincidir nuevamente, a manera de despedida, me adhiero a una de las estrofas más significativas de tus canciones para mí:

Y cada noche vendrá una estrella
a hacerme compañía
Que te cuente cómo estoy

y sepas lo que hay