I
Hoy vino La Muerte a buscarle, pero no lo encontró. Lo esperó gran parte del día y nunca llegó. Decidió dejarle un recado por debajo de la puerta y regresar en una mejor ocasión.
II
III
Vino una vez más y nada. Toda una semana y tampoco tuvo éxito. Frustrada y apremiada por los indicadores de mortandad, tuvo que abandonar el caso y seguir con sus tareas habituales. Deja este caso con la etiqueta de pendiente.
IV
Desde hace una semana tiene una pesadilla recurrente: sueña que La Muerte llama a su puerta.
V
Un infarto al miocardio fulminante y un expediente que pasa al estado de “Cosa juzgada”.
VI
La Muerte, toca a otra puerta…