Roto. Partido. Dividido. Noche abierta a los juicios. Madrugada larga como antesala del morboso juego de las sentencias. Silencios que obligan a caminar sobre campos minados, ausencias que saben a plomo sobre el pecho. Como decir a destiempo un “te quiero”, cuando te están diciendo “adiós”. Roto. Partido. Dividido. Un corazón ha perdido para siempre la razón.
domingo, 27 de junio de 2010
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario