Hoy no han dejado de escurrir lágrimas de mi ojo derecho. De inicio creí que habría algún problema oftálmico, pero una vez superada una aguda revisión ocular, ese diagnóstico ha quedado descartado. Creo que el motivo de dicha anormalidad tiene otro origen: que la tristeza se ha colocado en ese hemisferio de mi cuerpo. Será que por las noches de insomnio me recuesto sobre la almohada sólo sobre la mejilla respectiva, a esperar con infinita paciencia, a que la larga madrugada de las emociones de paso al nuevo día de las esperanzas.
domingo, 23 de enero de 2011
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Hola sinceramente siempre eh seguido tu blog, no se porque nunca te pude escribir y me sorprende que la demas gente tampoco lo aga, solo quiero decirte que me facina lo que escribes, me inspiran tanto... Sigue asi aprovecha ese dolor y felicidad para sacar provecho de esto y seguir escribiendo asi
ResponderEliminarSaludos y segire aqui al pendiente
Gracias
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