Tenías mucha razón: lo más
absurdo que podía haber hecho era encender la televisión y mirar el nuevo episodio
de la serie Criminal Minds, queriéndome evadir de la vida tan sembrada de
violencia, cuando hacía unos minutos y a tan sólo media cuadra de la casa
habían asesinado a un hombre de 6 balazos. El desasosiego se instaló en mí y
llevo una noche, su madrugada y lo que va del día sin poderme zafar la sombra
de tristeza e impotencia que oscurece mi corazón. La violencia, antes, ajena,
hoy día, cada vez más cerca de nosotros.
martes, 17 de diciembre de 2013
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