domingo, 31 de julio de 2011

Prisión




Miles de palabras se amotinan, corren, gritan y crean el caos en mí. Intento aplicar el orden, la lógica, y en última instancia, hasta la fé, para salir de este universo silencioso y no logro más que sumirme en la oquedad del idioma, representado en comas, puntos y comillas sin cerrar... Así los días, mas no la vida, que no puede ser retratada en toda su intensidad en esta rebelión de las palabras... Yo, que siempre me refugiado en las sombras del silencio voluntario, ahora que quiero salir de él, no encuentro escapatoria alguna, para darle forma escrita (¿o rienda suelta?) a todas las imágenes, a las cientos de emociones, que han hecho de mi corazón, un mudo testigo de esta realildad que abruma por todas partes... Abro este tunel de comunicación para escaparme, pero los lexemas y gramemas, dueños del control del habla escrita me condenan nuevamente a seguir en esta celda invadida por todos lados por infinitas particulas de silencio y oscuridad, que poco a poco me irán borrando... hasta desaparecer por completo.