domingo, 28 de febrero de 2010

Estampa defeña

La ciudad de los grandes palacios me robó una vez más las palabras, pero no los recuerdos

viernes, 19 de febrero de 2010

Elogio de los amores sencillos

Miras al vacío que hay en tus bolsillos y sonríes. Sabes que las cosas importantes y valiosas no se compran con monedas. Sales a la calle, mientras silbas la melodía de la última canción que escuchaste en la radio antes de apagarlo. Tomas, a lo que tú entender te ha indicado que es, un atajo con paso apresurado. Cuadras antes de llegar a tu destino, te detienes, alzas la vista y miras al cielo y también te complace comprobar que las nubes han cambiado de ubicación para dar paso al más azul de los azules, al más puro de los aires. Por fin, llegas a la esquina de la cita anhelada y antes de que llegue, el olfato te indica que el amor está a la vuelta de la esquina. Vuelves a sonreír, doblas la calle, la alcanzas, la tomas por los hombros, le regalas un beso y simplemente dices: “gracias por estar aquí, no sabes lo bien que le haces a mi vida”. Se funden en un abrazo y la ciudad, cómplice de los dos, parece adelantar su primavera. Las flores comienzan a crecer en los jardines.

martes, 16 de febrero de 2010

Aviso económico

Se busca país en donde el amor y la solidaridad sean los bienes más preciados; la verdad, la lengua oficial de los ciudadanos; y el delito y la corrupción sólo sean referencias mitológicas.

Apunte nocturno

Es una idea que me ha estado rondando toda la tarde y como ya está por agotarse el día, la dejo colgada aquí, para trabajarla, desarrollarla o eliminarla en posterior ocasión...

La memoria llega hasta donde comienza el rastro húmedo de un mar de dolor sobre la arena

sábado, 13 de febrero de 2010

14 de febrero


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Llegaron a la mitad del mes y, nuevamente, ya no tenían más promesas por hacerse. Las anteriores siempre habían sido rotas por la inconsistencia de los besos y las largas horas de la ausencia. Arrancaron el mes de febrero del calendario y se sentaron frente a la ventana como esperando abril.*





* Homenaje involuntario a Don Silvio Rodríguez

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La ciudad está invadida de muñecos de peluche, de rosas rojas y de tarjetas para la ocasión, pero si a alguien se le pregunta cuándo fue la última vez que se topó con el amor, lo más seguro es que se le borre la sonrisa, baje la mirada y no logre recordar cuándo fue ese encuentro tan anhelado.