miércoles, 30 de junio de 2010

El colibrí

Por un lado un montón de palabras, frases y sentimientos, que ante lo inminente de la separación, se le han convertido en un lastre, pesado y difícil de llevar con ella. Por el otro, una pierna rota, que debe sobreponerse a su dolor, para que inmediatamente tome el camino decidido. Los minutos parecen horas y las emociones se agolpan en el pecho y la garganta, impidiendo que cualquiera de los dos inicie una conversación que vaya más allá de la formalidad que impone la buena educación. En un intento desesperado de la vida, en medio de los dos revolotea un colibrí, como señal de que aún pueden regresar a casa juntos. En ese momento, él recuerda aquella ocasión en que llegó a sus manos una tarjeta que simplemente decía: “Si más adelante en la vida, a la vuelta de la esquina, no tienes a quien tomar de la mano, pregunta por mi nombre, porque yo te estaré esperando”. Ella, sumida en sus reflexiones, sin saber cómo o porqué, recupera el momento en que como respuesta a una tarjeta que envío, le llegó un ramo de flores y con él, una carta que decía: “No necesito preguntar tú nombre, porque te conozco de antes. Te reconoceré por tu sonrisa, por tu cabellera despeinada, porque en tus manos tendrás un libro de historia, y como siempre, estarás escuchando música….” Mientras tanto, el colibrí voló y con ello, el tiempo se acabó…

lunes, 28 de junio de 2010

Sin palabras


Parafraseando a Juan Villoro:


"Un Chicharito no hace una cosecha..."


Lluvia sobre el cristal



Me asustan las palabras de las despedidas, las decisiones terminantes y las personas que no saben perdonar. Así de frágil se ha abierto el día para mí. No me siento seguro en las calles que algún día creí mías, tuyas, de los dos. Por ello, no pidas que diga algo o que salga a caminar para poner orden a las ideas y a las emociones. Hoy sólo quiero recostarme sobre tu pecho y que el sordo golpeteo de tu corazón me convenza de que mañana será un día mejor y que nuevamente, como lo hemos hecho desde siempre, saldremos a conquistar para los dos, todas las calles de esta húmeda ciudad.

domingo, 27 de junio de 2010

Sin título



Roto. Partido. Dividido. Noche abierta a los juicios. Madrugada larga como antesala del morboso juego de las sentencias. Silencios que obligan a caminar sobre campos minados, ausencias que saben a plomo sobre el pecho. Como decir a destiempo un “te quiero”, cuando te están diciendo “adiós”. Roto. Partido. Dividido. Un corazón ha perdido para siempre la razón.

domingo, 20 de junio de 2010

Lágrimas y letras negras: Monsi-Saramago





“Tengo una vocación sacerdotal que no se ha cumplido por falta de fe, pertenencia a una Iglesia y por falta de reconocimiento de los fieles. Me gustaría en una lápida la leyenda: Al cura desconocido. Sería una bonita manera de reconocer que la falta de fe no impide la capacidad de absolver almas”

CARLOS MONSIVAIS

"Dentro de nosotros existe algo que no tiene nombre y eso es lo que realmente somos"

"Los únicos interesados en cambiar el mundo son los pesimistas, porque los optimistas están encantados con lo que hay"

JOSÉ SARAMAGO




martes, 8 de junio de 2010

Otro apunte sobre el insomnio

Un amor real es como dormir
y estar despierto
un amor real es como vivir
en aeropuerto
Charly García / Pasajera en trance


Te levantas con esperanzas y vas llenando el día de certidumbres. El azar cambia los planes y te acuestas con interrogantes acumuladas. La noche, el sueño, vuelven a cargarte de ilusiones. El asunto es llegar hasta ahí ¿Pero qué pasa con los que integran, el cada vez más, numeroso ejército de insomnes? Noche y día les da igual. La tragedia consiste en que ellos, ni despiertos, pueden soñar, todo es una prolongación llana y monótona de la realidad. Por eso el cansancio en la mirada, por ello la lentitud en el andar, ¿para qué apresurar el paso por esta vida?, si les está vedada la oportunidad de mejorarla, aunque sólo sea en lo sueños, pero al fin y al cabo mejor. Eso ya es demasiado, incluso, para los que sí pueden soñar.

jueves, 3 de junio de 2010

Naufragio

Acaso ¿tienes una idea de cuánto olvido es imprescindible para borrarte con lágrimas del mar de mis recuerdos? Condenad@ estás a ser náufrag@ de mis afectos.