lunes, 30 de marzo de 2009

Una idea que me dio las buenas noches

Fragmentos de la vida moderna

I

Hoy vino La Muerte a buscarle, pero no lo encontró. Lo esperó gran parte del día y nunca llegó. Decidió dejarle un recado por debajo de la puerta y regresar en una mejor ocasión.

II

De noche, casi por comenzar la madrugada, entró a la casa sin encender la luz y se dirigió directamente al dormitorio. Cuando se levantó, encontró la casa limpia y el desayuno listo. Una nota descansaba en el recibidor, al lado de los estados de cuenta. Todos los días eran copia idéntica del anterior.
III

Vino una vez más y nada. Toda una semana y tampoco tuvo éxito. Frustrada y apremiada por los indicadores de mortandad, tuvo que abandonar el caso y seguir con sus tareas habituales. Deja este caso con la etiqueta de pendiente.

IV

Desde hace una semana tiene una pesadilla recurrente: sueña que La Muerte llama a su puerta.

V

Un infarto al miocardio fulminante y un expediente que pasa al estado de “Cosa juzgada”.

VI

La Muerte, toca a otra puerta…

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