martes, 10 de noviembre de 2009

Calistenia


Coloco este texto, como un simple ejercicio de calentamiento neuronal y de mecanografía, más adelante, si coinciden el deseo y la oportunidad, cosa que no siempre sucede con la frecuencia que desea uno, consignaré algunas andanzas y vivencias de estas últimas semanas. Hay mucho por contar y yo tan escaso de palabras...


La tomó de la mano y caminaron juntos como si supieran hacia dónde iban sus pasos. Un minuto después, ella lo soltó, le miró al rostro, sonrío y se separó para siempre de su lado. Él, busca sin éxito alguno, desandar el camino recorrido y sus ojos se afanan en encontrar en el pavimento sucio y frío de las calles, cualquier indicio que le indique cómo volver a ese momento del encuentro, previo al adiós definitivo. Miles de historias y de huellas como éstas se aplastan todos los días, bajo las suelas de los habitantes de la ciudad.

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