lunes, 31 de enero de 2011

27 de enero


Sumido en el torbellino de las decisiones y acciones cotidianas casi se consumía el día, hasta que la llamada telefónica detuvo el tiempo, el espacio y las personas. Un año más: ¡Que rápido pasa la vida! ¡Que pronto llega la muerte! ¡Que generoso recuerdo es ese en el que te encarnas! ¡Que maldita necesidad que se transforma en la cálida conciencia de que sigues haciendo mucha falta aquí!

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