martes, 23 de julio de 2024

La curvilínea

 Esta curvilínea amiga ha permanecido conmigo desde hace un poco más de 36 años. Ha pasado de todo y por todo. Algunas cicatrices en su cuerpo son testimonios de muchas aventuras y desventuras compartidas. Incluso, ha pasado por dos cirugías mayores: una de vesícula (el puente) y recientemente una operación craneana (clavijero) que la hace lucir rechinante y reluciente con su nuevo tocado dorado.

Aprovechando esta última, era momento para también cambiarle sus cuerdas vocales (de finísimo nylon), por lo que en este momento estamos justo en la etapa inicial de su rehabilitación y recuperación: ajustando y tensando, para que las notas y acordes que se encuentran escondidos entre ellas, puedan salir en armoniosos sonidos que sigan dando pie a las melodías cotidianas de la vida.
En el sofá de enfrente, dos testigos involuntarios de mis afanes en laudería y música reaccionan de manera diferente a mi trabajo. La Capu, que ya sabe la calidad de los sonidos que puedo sacarle a esta amiga y los aullidos con los que la acompaño, prosigue su siesta sin inmutarse y La Choco, con la mirada curiosa y sorprendida de lo novedoso. Espero y no se sume pronto al Club de Fans de la Indiferencia que preside Capulina.


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