domingo, 25 de abril de 2010

De eso se trata


Sandias. Rafael Flores, 2010

No sé las razones de tu melancolía, ni voy a interferir entre tú y ella. Algo tendrán que dialogar. Algo debe de resultar de ello. Sólo te digo que no exageres las cosas, no sobredimensiones a las personas y mucho menos tus emociones. Deja que tu corazón hable, que se desahogue y que, si quiere llorar, lo haga sin ningún pudor, recato o límite. Una sólo cosa te voy a pedir: cuando el nudo de la garganta se haya destrabado y el nivel del agua de tus ojos haya vuelto a su lugar, deja que el sol de la mañana caliente tu entumecido espíritu y que la melodía de tu canción, esa, la que siempre escuchas cuando estás así, se convierta en la más absurda de las ironías, para darle un portazo a la vida y te levantes con muchas más ganas de soñar. De eso se trata, ¿o no?, como lo dijo Ray Bradbury, ”hay que inyectarnos todos los días con fantasía para no morir de realidad”.

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