lunes, 26 de enero de 2009

Diciembre de 2008

26 diciembre

A manera de colofón (provisional)

No le pido al olvido que nos cubra con su manto eterno y nos perdamos en el universo de las personas sin pasado, ni tampoco solicito a la memoria que nos conserve en la mitología diaria de los seres nostálgicos de esperanza. Este espacio cierra un ciclo, con un futuro nada claro y un bloguero presa de la incertidumbre cibernética y literaria. Es el momento de un adiós que envuelve un hasta luego silenciado.

25 diciembre

Para la reflexión

"He ido en busca de la cultura, el pensamiento, la sensibilidad, el señorío, y nada de lo que he ido a buscar fue más grande de lo que dejé: ni la cultura fue más ancha, ni el pensamiento más alto, ni la sensibilidad más honda, ni el señorío mayor..."

IKRAM ANTAKI
Historia


24 diciembre

Misterios de la ciencia

Miles de anatomistas en el mundo han abierto e inspeccionado una miríada de corazones, pero todavía no hay alguno que se atreva a asegurar que tiene las pruebas materiales de la presencia del amor en nuestros cuerpos.

16 diciembre

La frase que da motivo a estas líneas, comenzó a acosarme hace algunos días. Absorbido por lo cotidiano, apenas y si tuve tiempo de anotarla en algún pedazo de papel, porque cada vez confío menos en mi memoria. Sin poder estructurar una historia como lo dicta la ortodoxia o los cánones (está de más la aclaración, porque casi nunca los he seguido, o lo que no sé si es peor o mejor, creo que ni siquiera los conozco), la saco un momento del cajón de los pendientes, y son solamente los trazos preliminares de una historia por contar, por si alguien quiere hacer una cirugía estética con la idea. No hay principio, no hay trama, no hay final, sólo una frase que volaba por ahí. Si colaboras podría ser un Cadaver Exquisito o un Frankestein de palabras. Lo que vale es la intención. Insisto, por sí sólo, el grafitti reclamaba atención.


Historia sin principio ni final

-"Pienso en ti y se detiene el Universo".

Era la séptima ocasión que leía el grafitti en la pared. Retomó el paso y continuó caminando sin cesar, siempre intentando alcanzar al horizonte que toda la vida se empeñaba en alejarse. Una cuadra y a la izquierda, dos cuadras más y a la derecha, siempre de frente al Sol, que estaba a punto de cederle el otero a la Luna. La vida como un cosmos, la vida como un laberinto. Los días. Los meses. Los años que, atorados en el alma, parecen siglos de ansiedad y de tristeza.

10 diciembre

En el ejercicio de recuperar y ordenar algunos escritos que andan extraviados, entre mis papeles, mi computadora y el ciberespacio, he encontrado algunas cosas que me han llamado la atención. En tanto tomo la decisión final sobre lo que pasará con este blog (no sé si tomará un receso, caerá en el silencio definitivo o emigrará a otra parte del ciberespacio), pego dos textos que encontré. El primero, sobre Liliana, creo que se elaboró en 1997 ó 1998, y sufrió alguna pequeña corrección en 2006, según consigna la fecha de última modificación del archivo. El segundo, sobre el violonchelo, es del año 2000 y no recuerdo si ya alguna vez fue publicado en papel o ya ha circulado por el ciberespacio. Lo siento, soy muy despistado.

¿Quién conoce a Liliana?

I
Liliana se moría de frío cuando la conocí. Ese día ni el más cálido de los abrazos podía abrigarla. Su sonrisa apenas si se escapaba al castañeo incesante de sus dientes. Liliana fue en ese momento una mujer congelada. Pasados los días, el clima ha sido menos perverso con ella. Sus extremidades y ánimo poco a poco han ido recuperando su temperatura normal. Liliana se transforma, reflorece y se expande. Ahora ella es la más bella flor que habita el jardín de mis sueños. Vaya transformación, de mujer a flor. Liliana es así.

II
Puede que Liliana no tenga alas como los ángeles, mas sin embargo supera a las hadas con su grácil vuelo nocturno, el cual comienza cuando traviesamente se columpia en la tímida sonrisa de la luna, antes de brincar y unirse a la estela multicolor de los cometas que surcan este cielo oscuro y profundo. Liliana es así. Vigila el sueño de los insomnes. Ella cruza todas las noches el cielo.

III
Pónme el rostro que quieras e invéntame una vida que gire en torno a ti. Róbame los sueños, amenázame con amarme para siempre, miénteme sobre las verdades de la distancia y asegúrame que el olvido no es más que otra mentira verdadera que has inventado para mí. Sí, así de simple, conviérteme en cómplice de tus dudas y temores, que en las incertidumbres y sombras de tu vida siempre estoy. No temas lastimarme y dime todo lo que guardas para mí, que no existe ya nada en este mundo que me pueda sacar de esta dolorosa prisión de soledad a la que me ha condenado tu desamor.

Eso me dijo Liliana ayer y no supe qué decir…….. Le he tenido que mentir una vez más.

IV
Nunca hace promesas que sabe que son difíciles de cumplir. Las metas tienen que ser siempre a corto plazo. No intentes explicarle las ventajas y comodidades de los tiempos largos y los venturosos porvenires de la vida. Liliana no lo entiende así. La vida es una y tan solo dura los minutos que componen a los días. Cuando la luna releva al sol en su función de vigía astral, ella se encomienda a tantos santos y vírgenes recuerda; no sea que mañana le sea vedado el derecho de experimentar un día más y en ello, se le va la vida.

V
Las redondeces de su cuerpo huelen todavía a pubertad. La miel de sus labios abren puertas insospechadas a los abismos del amor diáfano y sincero. El cabello, negro azabache como las noches sin estrellas, simplemente es la más tormentosa de las tentaciones a la que es cada vez más difícil resistir. Así pueden ser todas mis noches en las que me atrapa el insomnio. La de un espectante velador que intenta ser poeta para la mujer que duerme todas las noches a su lado. Liliana todavía no entiende el porqué de mis ojeras y me recomienda ir al médico urgentemente.

Sonata No. 1

Hace un mes, congelado literalmente hasta los huesos, a las 2:00 p.m., en el centro de la Plaza Roja en Moscú, decidí dejar mi nueva vida y regresar a buscarte. Ni el vodka ni el oso misha pudieron traer hasta acá mi memoria y mi corazón. Era tan persistente el recuerdo, que el día que observaba el rostro ímpavido de la momia de Lenin, grité y salí corriendo del mausoleo. Puedo jurar que el objeto necrofílico tomó los rasgos de tu cara y me dijo: "cobarde....sigue huyendo, pero por más kilómetros que pongas de por medio, sabes que me perteneces".... Con los pies adoloridos por el imprevisto maratón, media botella de tequila entre pecho y espalda -la nostalgia es dura de sobrellevar- hicieron de mi presentación ante el director del Conservatorio un acto de intimidación: ¡Me voy! ¡La música no es lo mío! ¡No aguanto más el socialismo! ¡Si.. ya sé que en Rusia no existe más el socialismo desde tiempos de Gorbachov! ¡Tan sólo vengo a informarle que me voy!. El violoncello mal vendido, dos fotografías del Lago de Pátzcuaro repartidas entre mis compañeros de habitación y un trompo de Quiroga regalado al hijo del director de la orquesta de cámara. Mochila al hombro, subí al tren y partí rumbo a Bruselas, fue la conexión más barata que pude conseguir. Montarme al avión en Bruselas, una escala en Londres, otra en Nueva York y por fin México lindo y querido, si muero lejos de ti. La comitiva de recepción fue más parecida a un funeral que al regreso del hijo pródigo a la tierra que lo vió partir. Y no era para menos. Mi familia vendió el coche y empeñó la casa para apoyar el sueño del hijo consentido: ser el chelista más grande del mundo. Cuatro meses después de la esperanzadora partida, aquí me tienen de vuelta. Pregunto por ti y la noticia no pudo ser más devastadora. Habías perdido la batalla contra un cáncer que se manifestó cuando ya era imposible contraatacarlo. Ahora, sábado tras sábado, siempre a las 6, toco al pie de la tumba, la sonata que en Moscú compuse para ti.

04 diciembre

Un brindis por la nueva arquitecta

Desde el infinito azul del cielo michoacano, pedimos al viento que lleve nuestro cariño y espíritu a ti, en este día tan importante; felicidades y muchos abrazos; y recuerda: cada vez que el viento enfríe tus mejillas, significa que Bk y yo estamos ahí, juntito a tu corazón.

Tus primos, los tan de esos, los "morelianos".

01 diciembre

Lluvia en la ciudad

Hoy sintió un deseo incontrolable de llorar y no lo hizo. Ayer, al mediodía, le había ocurrido lo mismo y también logró controlarse. Mañana, cuando salga a recorrer las calles, el cielo se le vendrá encima de manera solidaria y le ayudará a sacar de su cuerpo y alma, toda la tristeza humedecida del adiós anticipado, del adiós definitivo. Ha comenzado la noche y las nubes negras ya comienzan a acosar a la luna. Creyó escuchar en la radio sobre las probabilidades de lluvia en su ciudad. No hizo mucho caso, ella ya se estaba ahogando desde muchos meses antes.

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