lunes, 26 de enero de 2009

Noviembre de 2007

20 noviembre

La princesa, la noche y los sueños

Todas las noches, a la misma hora, en el mismo instante, mientras se acuesta, los fantasmas le secuestran la calma y el sueño, y sobre la cama, comienzan a cantarle y danzarle hasta la madrugada. Nadie creería que la princesa de ojeras grandes no puede dormir. Sólo ella conoce y entiende a sus fantasmas. Entre bostezo y bostezo sonríe, porque cree que algún día podrá acostarse y quedarse a solas con sus sueños.

22 noviembre

El loco del pueblo

Hablaba y el corazón le salía por la boca. Era la emoción que no podía contenerse por más tiempo. Cuando por fin salieron las palabras y las frases, el universo recuperaba el orden que había perdido. El acto se había consumado. La palabra había derrotado una vez más al silencio, a la apatía y a la soledad. Noche tras noche, historia tras historia, el loco del pueblo recuperaba el sentido del habla de todos aquelllos que se habían sumido, sin saber, en la bruma del olvido de la gente.

30 noviembre

Sin título II

Él, dejó un rastro líquido con sus lágrimas y se alejó de ahí para siempre.

Ella, sintió que se ahogaba sin remedio en esas huellas húmedas de la ruptura.

El sol se encargaría de borrar todo testimonio de tristeza y evaporaría de la memoria cualquier recuerdo de esa nueva historia de amor fallida, un acto tan común y tan frecuente en la ciudad, como la temporada de lluvias, que año con año, moja los humores de sus habitantes.

Sobre el horizonte, un día, un arcoiris comienza a vislumbrarse sobre el cielo gris que nos cubre.

La esperanza pide una nueva oportunidad.

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