miércoles, 30 de diciembre de 2020

Dicen que es otoño


3 de octubre de 2020

Dicen que es otoño, época en que las hojas de los árboles comienzan el ritual de cambio de color y miles de ellas participan del silencioso acto de sacrificio de abandonar la rama donde han crecido para renovarse como abono de los árboles que han sido su origen y de nuevo serán su fin, en este ciclo incesante de las estaciones y de los ciclos en la naturaleza, hasta donde la civilización humana lo siga permitiendo.

Dicen que es otoño y que las lluvias, aunque frecuentes y persistentes en los últimos días, no han sido lo suficientemente abundantes como para mermar en algo la aguda sed de los lagos, ríos y presas, que por años han sido ignorados en sus cada vez más graves síntomas de deshidratación crónica.

Dicen que es otoño y lo primero en que reparo es que ya cumplimos seis meses de confinamiento, en que la confusión y la pandemia siguen creciendo, que para lo primero se escucha en medios oficiales que hay muchos estados próximos a ser iluminados por el color verde del riesgo bajo, y que para lo segundo, las estadísticas siguen señalando un incontenible ritmo ascendente en el contagio, tocando la salud de personas cercanas y muy queridas para mí en esta semana.

Dicen que es otoño, uno que se posa sobre el territorio de un país fragmentado, que da la impresión de ser más bien un mapa viejo, remendado a la fuerza, donde la violencia, la delincuencia organizada, las desigualdades económicas y las diferencias políticas, ponen diariamente a prueba sus cada vez desgastadas costuras.

Dicen que es otoño, uno de color rojo, no por las hojas transmutadas, sino por las demasiadas muertes de esta época de barbarie que vivimos desde hace unas decadas y que con tristeza, como bien dijo Carlos Monsivais, somos testigos de la transformación de la singularidad de los asesinatos, a la masificación de los delitos, que como daño colateral, trae consigo la deshumanización masiva.

Dicen que es otoño, estación que se hizo sentir en este rincón del mundo con más tristeza que melancolía, ya que la desaparición y posterior asesinato de una joven hizo de esta ciudad una sola familia, una sola voz en reclamo de auxilio y de justicia, en un intento desesperado por sensibilizar y cambiar las estructuras ancestrales que no han permitido erradicar este cáncer de la sociedad. Y apenas se tomaba un breve respiro ante los tantos agravios de este tipo, cuando a menos de 24 horas de la última movilización, los diarios confirmaban el hallazgo de una víctima más, haciendo cada vez más oprobiosa la crónica de estos aciagos días.

Dicen que es otoño y yo sigo tratando de encontrar temas y tópicos menos sombríos para mi colaboración de hoy, pero no puedo, hoy me siento frágil como una mariposa, como la mariposa de otoño de Pablo Neruda, que mejor define mi sentir el día de hoy, en el inicio de esta nueva estación.

Hoy una mano de congoja
llena de otoño el horizonte.
Y hasta de mi alma caen hojas.

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